martes, 7 de junio de 2011

4 entre 2

Todo empezó con una simple propuesta: "y si nos vamos Andrés y yo solos al campa para que Lucas y tu descansen" todo un desafío y una aventura la primera de Padre e Hijo, no pude tener mejor compañero para este viaje tan lleno de enseñanzas, Andrés estaba aprendiendo a vivir una semana solo conmigo, y yo digamos que solo aprendiendo, para mi el viaje fue de lo mas sorprendente, Andrés ya sabia que nos iríamos al campamento y estaba emocionado, una noche antes de salir no podía dormir, dieron las 12 de la noche y el estaba tarareando una canción de COMPA que había escuchado en un cd, yo no entendía que cosas pasaban por su cabecita, pero lo que si sabia es que la pasaríamos muy bien, y el resto del viaje así fue, pareciera que Andrés estaba dispuesto a aprender, a convivir, a amar y dejarse amar, creo que nuevamente me a dado una lección de vida y me estoy convirtiendo en un fan de mi hijo, quien a menudo me sorprende con la disposición que tiene a aprender.

Esto solo me lleva a entender que nuestra vida debe ser así, adaptarnos a nuestro contexto, pero sobre todo estar siempre dispuestos a aprender y dejarnos moldear, mi hijo casi al termino de la semana y con su playerita de COMPA (que le mande a hacer) a todos les decía que El era un COMPA y esto es lo que me sorprende en medio de lo que estaba viviendo el se identifico y decidió ser parte, aunque no alcanzara a entender.

Lo que vivimos hoy en día en nuestra ciudad no lo alcanzo a entender, pero se que mi forma de hacer misión ha cambiado y que esta cambiando, que mi forma de comprender la realidad que vivimos también esta cambiando, pero que sobre todo Dios no ha cambiado y sigue fiel y sigue atento a lo que me sucede.

Andrés solo sabia que había amigos míos que han llegado a ser tan entrañables que se preocupaban y cuidaban de el, que había gente que sin conocerle le amo. me seria imposible cuestionar la presencia y el cuidado de Dios en mi ciudad, porque en medio de lo que vivimos, aun vivimos y si no fuera así, viviríamos !!!

2 comentarios:

Ada Rosas dijo...

Yo también aprendí por medio de Andrés!
Ni un momento se separaba de su papá, siempre iba tras de él; podía alejarse pero siempre estando cerca. Si papá decía "vamos hijo", el peque confiaba totalmente y se iba a donde le dijera.
¡Así debería ser nuestra relación con nuestro Padre celestial! Con la fe de un niño pequeño =)

Alejandra Ortiz dijo...

Gracias por compartirlo René!